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Mostrando entradas de mayo, 2017

DOÑA REBECA

En el paradero 9 del Vergel doña Rebeca fríe ternura con sabor a sopaipillas amasa el frío con sus manos y la convierte en sol para todos. ¿Doña Rebeca, cuántas cenizas guardas debajo del pañuelo sobre tu cabeza? ¿Qué otras cenizas quedaron en  tu  almohada esparcidas en sueños, lágrimas que no sofocaron tus años? Doña Rebeca hace compartir al policía con el bandido un pedacito de piojo, el pan y la sonrisa. Los gatos comparten sus pulgas y los perros felices sus garrapatas. En su mirada no cabe este gran incendio doña Rebeca no sabe del fuego que le arde en su corazón hace de esta calle carbonizada un comedor friendo a fuego lento sopaipillas donde se inflama su amor.                                                                                                      © Un Incendio que habla y otros fuegos Todos los poemas están registrado con derechos de autor, por lo que se pide citar la fuente. ©Registro de Propiedad Intelectual: 2

SALVADOS POR LA CAMPANA

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Más de una vez comulgue bajo la mano del cura Pepo rezando el recuerdo rezos que ya no están rezos disparados con balas porque las balas no llegan donde Dios pero si los pecados y la limosna. En el patio de mi colegio el cura levantaba una quebrada de Valparaíso y el cielo de septiembre se caía de golpe alto como la cúpula de la Iglesia La Matriz donde muchos se salvaban por la campana se caían los un, dos, tres por mi y por todos mis compañeros jugando con las lágrimas escondidas en los ojos de mis profesores y se liberaba a Miguel Woodward  del óxido de La Esmeralda a Carmen Gloria Leranas flameando en el cerro Esperanza y a Mario Morris arrimando de nuevo los conteiner de sueños. Muchos se salvaron por la campana del cura Pepo hasta Jesucristo se liberaba y les sacaba los clavos a otros otros que pasaban por Plaza Echaurren a lavarse los pies en los charcos donde se desnudan los zapatos y se clavan los adoquines en la piel de los estigm

EL REBROTE DE LOS SUEÑOS

a don  Atalí Vargas Cada paleada sacando cenizas mezclada con ladrillos, madera carbonizada embetunado con la rabia del fuego, ver el rostro de don Atalí que pareciera que con su bastón, ahora sostenía más allá de su cuerpo, sostenía el peso de una lágrima que no fue suficiente para salvar tantos años la gota de sudor.  Hasta que algo duro debajo de la tierra llamó la atención, y era una caja de zapatos que contenía: Una estatuilla de cobre con el busto del Presidente Salvador Allende Gossen, acompañando los libros  El Canto General, El Quijote y el Popol Vuh y una nota de puño y letra de su padre hace 40 años que decía - Para que este incendio no se lleve nuestros sueños. (Cerro la Cruz, sector el Vergel – Valparaíso 14 de abril del 2014) © Un Incendio que habla y otros fuegos Todos los poemas están registrado con derechos de autor, por lo que se pide citar la fuente. ©Registro de Propiedad Intelectual: 254.014 ISBN: 978-956-9227-22-6