OSAMENTAS
Etiquetaron
sus huesos con las siglas
que no
alcanzan medir el ruido telúrico de las masas
los
buitres no asimilaron que el viento trae la historia de otros cielos
como
carroñeros picaron racimos de duelo
primero
quemaron el vestido de nuestra patria
crucificaron
de nuevo a otro Salvador de los pobres
y estas
osamentas se hicieron madero
de la cruz por el pan nuestro de cada día.
de la cruz por el pan nuestro de cada día.
Abrieron
la tierra para acercar el infierno sin dar paz a sus huesos
sin darse
cuenta que la primavera es un orgasmo rebelde de la tierra
que
provoca temblores para sacudir el polvo del olvido.
Sus
huesos como huesos dormidos están
pero sus
miradas en los pechos nos tocan
ellos
siempre nos miraron de cara al sol en las noches
porque
los enterraron con el traje de la vida
y cumplen
jornadas de raíces para los árboles de los libres.
Estos
buitres carroñeros y cizañeros
en
Pisagua araron con espanto el tajo abierto
ese tajo
largo como el cuerpo mutilado de Chile
aquel que
nos habla cuando se abre la boca de Lonquén
y nos
enciende la quemada memoria viva de la historia.
©Escritos con Tinta de Vida,
Pétalos, Espinas y Amongelatina
desde 1992
Todos los poemas están registrado con derechos
de autor, por lo que se pide citar la fuente.
©Registro de Propiedad Intelectual: 237.757
ISBN: 978-956-353-491-7
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