OSAMENTAS


Etiquetaron sus huesos con las siglas
que no alcanzan medir el ruido telúrico de las masas
los buitres no asimilaron que el viento trae la historia de otros cielos
como carroñeros picaron racimos de duelo
primero quemaron el vestido de nuestra patria
crucificaron de nuevo a otro Salvador de los pobres
y estas osamentas se hicieron madero 
de la cruz por el pan nuestro de cada día.


Abrieron la tierra para acercar el infierno sin dar paz a sus huesos
sin darse cuenta que la primavera es un orgasmo rebelde de la tierra
que provoca temblores para sacudir el polvo del olvido.

Sus huesos como huesos dormidos están
pero sus miradas en los pechos nos tocan
ellos siempre nos miraron de cara al sol en las noches
porque los enterraron con el traje de la vida
y cumplen jornadas de raíces para los árboles de los libres.

Estos buitres carroñeros y cizañeros
en Pisagua araron con espanto el tajo abierto
ese tajo largo como el cuerpo mutilado de Chile
aquel que nos habla cuando se abre la boca de Lonquén
y nos enciende la quemada memoria viva de la historia.




©Escritos con Tinta de Vida,
Pétalos, Espinas y Amongelatina
desde 1992
Todos los poemas están registrado con derechos
de autor, por lo que se pide citar la fuente.
©Registro de Propiedad Intelectual: 237.757
ISBN: 978-956-353-491-7

Alejandro Banda interpretando OSAMENTAS en el lanzamiento
ESCRITOS CON TINTA DE VIDA, PÉTALOS, ESPINAS Y AMONGELATINA
La Sebastiana 28 de marzo del 2014 Valparaíso

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